Amazon empezó, hace más de 20 años, vendiendo libros online. Hoy es el retail en línea más grande del mundo y una de las firmas más innovadoras, con un valor de mercado de u$s 623.000 millones. Pero hace tiempo que la firma liderada por Jeff Bezos (ver recuadro) dejó de ser una mera plataforma de ecommerce para incursionar en otras actividades. Y su interés por la industria de la salud viene desde hace bastante. En 2014 lanzó una nueva tienda para vender suministros profesionales para laboratorios. Otro indicio relevante es que viene teniendo reuniones anuales en su sede de Seattle para analizar si debería entrar en el negocio de la farmacia o no. Las conclusiones están a la vista.
Un laboratorio secreto
A mediados del año pasado el sitio CNBC informaba que Amazon tenía un laboratorio, en teoría secreto, llamado «1492», donde un equipo especializado estaba trabajando en la creación de software y hardware orientado al sector sanitario. Su misión tendría que ver con estudiar formas de acceder a los registros electrónicos de los proveedores médicos para hacer que los datos sean más accesibles para los consumidores y sus médicos. A su vez, pondría el foco en construir un sistema de telemedicina que conecte a pacientes y médicos, y se encargaría de desarrollar aplicaciones de salud para dispositivos como Amazon Echo, su altavoz inteligente. Tampoco descartaban que pudieran estar diseñando material sanitario e incluso proporcionar seguros médicos privados.
Allanar el terreno
Si bien en ese momento eran sólo rumores, incorporaciones como la de Missykrasner, directora de Salud y Ciencias de la vida en Box -compañía que brinda servicios cloud al sector sanitario-, que antes había trabajado para Google en su departamento de salud y marketing, eran señales concretas de los intereses de Amazon. Por su parte, Amazon Web Services, unidad de computación en la nube, estaba tratando de atraer hospitales y farmacéuticas como clientes y su equipo ya suministraba medicamentos a algunos hospitales. La empresa mostró su intención por incursionar en el mundo de las farmacéuticas, al punto de que en Japón ya se pueden comprar medicamentos, pero bajo la aprobación de un farmacéutico. Se supo también que estaba en conversaciones con los laboratorios Mylan y Sandoz, con miras a entrar en el negocio de los medicamentos genéricos con receta. Y las farmacias comenzaron a prepararse para no perder su lugar en un mercado que mueve al año u$s 450.000 millones en Estados Unidos. Para muchos analistas, habría surgido el acuerdo entre CVS Health, uno de los mayores operadores de farmacias, y Aetna. Justamente con el fin de mantenerse competitiva frente a Amazon ante futuras adquisiciones. CVS Health se quedó con la aseguradora en una operación valorada en u$s 69.000 millones.
Revolución en la industria
Y la última novedad, al menos por ahora, es que Amazon, Jpmorgan y Berkshire Hathaway crearán una compañía de salud para sus trabajadores con el fin de reducir el costo sanitario para los empleados y sus familias en Estados Unidos, que será independiente y sin fines de lucro. En los últimos años los costos del sistema de salud del país liderado por Donald Trump han ido en aumento y que las empresas reciben beneficios fiscales por proveer cobertura médica a sus empleados. Las tres firmas expresaron en un comunicado que «el objetivo de esta asociación es mejorar la satisfacción de nuestros empleados y reducir los costes». La nueva sociedad se centrará inicialmente en aportar «soluciones tecnológicas» a los asalariados orientadas a simplificar, dar transparencia y elevar la calidad de la cobertura sanitaria «a un precio razonable». Si bien no trascendieron más detalles y los analistas de Wall Street siguen intentando descifrar el verdadero impacto de este acuerdo, se sabe que las acciones de muchas empresas estadounidenses de seguros de salud tuvieron consecuencias negativas tras el anuncio: las de United Healthcare cayeron más de un 6%; las de Aetna disminuyeron 3% y las de Anthem un 7%. Lo mismo sucedió en firmas como Walgreens y CVS. Todo parece indicar que el sistema de salud en Estados Unidos es uno de los sectores que en los próximos años puede experimentar el mayor cambio. Se vuelve un mercado interesante para un gigante tecnológico como Amazon que, donde pone el ojo, hace millones.